Empezamos el mes de mayo, florido y hermoso, con esta rica tarta de piña al revés. Ya sabéis que se llama así porque la piña se coloca en el fondo del molde y al desmoldarla queda en la parte de arriba. La novedad es que lleva también cheesecake en el centro: rica, rica, y fácil de hacer. El único "problema", si es que se puede considerar problema, es que hay que mezclar los ingredientes por separado antes de proceder a la realización de la tarta. Vamos, que se mancha algún cacharro más de lo habitual, pero el resultado merece la pena.
Ingredientes
100 grms de mantequilla
150 grms de azúcar moreno
4 rodajas de piña (de lata, en su jugo)
3 huevos
200 grms de azúcar blanco
125 grms de harina
1 sobre de levadura Royal
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de canela
un pellizco de sal
1 cucharada de azúcar avainillado
75 ml del jugo de la lata de piña
250 grms de queso Philadelphia
2 cucharadas de azúcar blanco
2 huevos
1 fresa para adornar
En un molde que luego podamos meter en el horno derretimos la mantequilla a fuego medio /bajo. Le añadimos el azúcar moreno y en cuanto empiece a humear lo retiramos del fuego. No queremos que el azúcar se caramelice excesivamente.
Retiramos el molde del fuego y colocamos dentro las rodajas de piña.
Lo dejamos templar mientras vamos preparando el resto de la tarta.
Separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas durante 5 minutos con la batidora. Se espesarán y se pondrán de un color algo más pálido.
Sin dejar de batir vamos añadiendo el azúcar blanco y el azúcar avainillado, resultará una mezcla espesa. Rebañamos bien con una espátula lo que haya quedado por los laterales.
En otro cuenco mezclamos la harina, la canela, el bicarbonato y la levadura. Lo reservamos.
En otro cuenco batimos el queso Philadelphia junto con los 2 huevos y dos cucharadas de azúcar blanco.
Batimos las claras a punto de nieve junto con el pellizco de sal.
Vamos añadiendo la mezcla de harina, levadura, bicarbonato y canela a las yemas de huevo, batiendo a velocidad media hasta que esté todo bien incorporado. Le añadimos también el jugo de piña que habíamos reservado.
Precalentamos el horno 180 grados.
Incorporamos a esta mezcla las claras a punto de nieve, usando una espátula, con movimientos envolventes suaves. No importa que quede alguna bolita de claras. Si lo mezclamos vigorosamente el cake no subirá luego como queremos.
Echamos la mitad de esta masa en el molde, sobre las rodajas de piña.
Sobre esto vertemos la mezcla de queso y huevos.
Y lo cubrimos con el resto de la masa.
Y al horno con la tarta durante unos 50 minutos. Estará lista cuando un palillo largo insertado en el centro salga seco.
Dejamos reposar la tarta durante unos 20 minutos. Pasamos un cuchillo de postre por los laterales e invertimos el molde sobre el plato o fuente en que vayamos a servirla. La adornamos con la fresa. La servimos templada.
Bon appétit!
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