Nunca deja de asombrarme el desconocimiento que tengo de platos tradicionales de zonas muy próximas a la mía. En esta ocasión se trata de un plato extremeño que suele tomarse en cuaresma pero que resulta excelente también en verano: las patatas escabechadas. La receta procede de la abuela de Bea que actualmente vive en Béjar pero que tiene mucho contacto con Extremadura. Son una especie de patatas a la importancia pero con un aliño que contiene vinagre y se comen frías.
Ingredientes (8 personas)
1 kgm de patatas (cuanto más pequeñas mejor)
2 huevos
harina
1 cebolla picadita
2 ajos
un manojo de perejil
3 hojas de laurel
sal
aceite de oliva
1 tacita de vinagre
agua
Lavamos las patatas y las cocemos en abundante agua hirviendo salada durante media hora o hasta que estén hechas.
Las dejamos enfriar un poco y las pelamos.
Batimos los huevos y en otro plato ponemos harina. Ahora viene la parte divertida. Cuanto más pequeñas sean las patatas mejor. Si son algo más grandes las partimos en 3 ó 4 rodajas según el tamaño. Necesitaremos un trapo de cocina limpio. Cogemos la patata y la cubrimos con el paño, sujetando por abajo.
Con la otra mano, le damos varios golpecitos para aplastarla.
Las vamos pasando por harina y rebozando en huevo.
Las freímos en abundante aceite caliente por tandas y las reservamos.
Ya en esta fase están riquísimas. Retiramos casi todo el aceite de la sartén y freímos la cebolla picada, a fuego medio, durante 10 minutos, moviendo de vez en cuando. Mientras tanto, hacemos un majado con los ajos, el perejil, algo de sal y el azafrán. Añadimos a la sartén cuando la cebolla esté hecha, junto con el laurel, el vinagre y tres vasos de agua. Llevamos a ebullición y dejamos hervir durante 10 minutos. La abuela de Bea sugiere que si ha sobrado algo del huevo de rebozar las patatas se incorpore también a esta salsa mientras hierve. Ponemos las patatas en una fuente plana y honda. Echamos la salsa por encima. Es importante que las patatas queden bien cubiertas. Dejamos enfriar y metemos en la nevera por lo menos dos horas o desde la víspera. Las patatas se "chuparan" la mayor parte de la salsa.
Creo que quedarían estupendas también sin añadir vinagre a la salsa y comidas en caliente.
Bon appétit!
Riquísimas como acompañamiento! En tu casa las tomamos frías, aunque por la noche calentamos las que nos trajimos y también estaban buenísimas ;)
ResponderEliminarEncantada de que os gustaran. La verdad es que han sido un buen descubrimiento.
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