El pasado día 4 comenzaron las celebraciones del Año Nuevo judío, el Rosh Hashanah. Entre los platos típicos de estas fechas se prepara un cake de miel semejante al que hoy comparto con vosotros. La miel es un ingrediente frecuente que simboliza el deseo de que los próximos 12 meses sean dulces para todos. Este cake lleva azúcar y mucha miel amén de especias. Yo soy poco dulcera y este cake es muy dulce: gustará a los más golosos. Está estupendo a la hora del desayuno o en la merienda y se conserva bien durante varios días (si es que dura). Si no tenéis un molde así podéis usar uno normal redondo o incluso los típicos rectangulares.
320 grms de harina
1 sobre de levadura Royal
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de sal
2 cucharaditas de canela
1 cucharadita de gengibre en polvo
1/2 cucharadita de clavo molido
3 huevos
150 grms de azúcar
300 ml de aceite de oliva
340 grms de miel
2 cucharaditas de Nescafé disueltas en 100 cc de agua
la ralladura de 1 naranja
Precalentamos el horno a 180 grados. En un bol mezclamos la harina, la levadura, el bicarbonato, la sal y las especias.
Le añadimos los ingredientes solidos y lo batimos a velocidad baja sólo hasta que se mezcle todo. Nos quedará una masa bastante líquida. Untamos bien de aceite el molde. Esto es importante para que luego podamos desmoldarlo facilmente. Añadimos la masa. El cake subirá de modo que tiene que tener espacio por la parte de arriba.
Y al horno durante 50 minutos hasta que un palillo largo insertado en el centro sale limpio. Lo dejamos reposar en el molde durante 10 minutos y lo invertimos sobre una rejilla para que termine de enfriarse del todo. Y ya está:
Bon appétit!
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