No suelo comprar higos por aquello de las calorías pero es una de las frutas que más me gusta, y desde bien pequeñita. Los higos y las brevas también, qué maravilla. En tiempos hacía senderismo por la sierra con J & J y una de nuestras rutas favoritas pasaba por una higuera salvaje. No tengo que deciros más... La receta de hoy es de una tarta salada muy vistosa. Lleva queso gruyère, que podríais sustituir por otro queso curado, de sabor fuerte, y cebolla frita. La crema es una mezcla de mascarpone y huevos. Ya sabéis, con una ensalada, plato único de lujo, y en porciones más pequeñas ideal para merendolas y reuniones más numerosas.
Ingredientes
Base
200 grms de harina
100grms de mantequilla fría
1 huevo
1 pellizco de sal
1 cucharadita generosa de orégano
Relleno
1 cebolla pelada y picada
6 chalotas
aceite de oliva
800 grms de higos
75 grms de queso gruyère
250 grms de mascarpone
3 huevos
sal
pimienta negra molida
Freímos la cebolla y las chalotas peladas y picadas, a fuego medio, con un pellizco de sal, durante 10 minutos. Colocamos todo en un colador sobre un bol para que se escurra bien y se enfríe del todo.
Precalentamos el horno a 190 grados. En el robot de cocina ponemos la harina, la mantequilla y un pellizco de sal.
Ponemos el aparato en marcha hasta obtener una mezcla de consistencia terrosa. Esto podríais hacerlo también cortando la mantequilla en la harina con dos cuchillos y después desmenuzándola con las puntas de los dedos.
Le añadimos el orégano y el huevo y volvemos a poner el aparato en marcha hasta que se nos forme una bola. Si se hace manualmente se va mezclando todo y amasando un poquito.
Untamos de aceite una fuente de horno que luego podamos sacar a la mesa. Volcamos dentro la masa y la extendemos con las puntas de los dedos. La pinchamos bien con un tenedor.
La cubrimos con aluminio y distribuimos por encima unos garbanzos crudos para que hagan peso e impidan que suba al cocerse.
Y al horno con la base durante 15 minutos. Pasado este tiempo la sacamos del horno y retiramos los garbanzos y el aluminio. La dejamos templar mientras preparamos el relleno. Ponemos en el vaso del robot (no hace falta limpiarlo después de haber preparado la masa de la base) el queso gruyère y lo trituramos de modo que quede en trozos no excesivamente pequeños.
Le añadimos los huevos, el mascarpone, un pellizco de sal y una cucharadita de pimienta negra. Volvemos a poner en marcha el aparato hasta que se haya mezclado todo bien.
A continuación cubrimos el fondo de la base con la mezcla de cebolla y chalotas.
Colocamos encima los higos pelados.
Echamos por encima la crema de huevos y mascarpone.
Y al horno con ella durante 50 minutos. El horno seguirá a 190 grados. Y ya está, templada o a temperatura ambiente: ¡deliciosa!
Bon appétit!
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