Una de las primeras recetas que compartí con vosotros hace ya casi tres años fue la del cake de plátano y pasas basada en lo que los americanos llaman banana nut bread. He encontrado esta otra receta, muy similar, de este cake de plátano al estilo alemán. Resulta más húmedo que el tradicional pero también muy rico. En fin, algo diferente para estos desayunos veraniegos más relajados y tardíos, o simplemente porque sí. Se conserva fresco y como recién hecho durante varios días simplemente con envolverlo en aluminio.
Ni qué decir tiene que es un homenaje a mis "alemanes" a los que echo mucho de menos cuando no están aquí.
100 grms de azúcar
1 cucharadita de azúcar avainillado
2 huevos a temperatura ambiente
120 grms de mantequilla a temperatura ambiente
3 platanos muy, muy, maduros
2 cucharadas soperas de yogur natural
200 grms de harina
1 sobre de levadura Royal
1 pellizco de sal
1 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de nuez moscada molida
2 cucharadas soperas de almendra crocanti o molida
Empezamos untando bien de mantequilla un molde rectangular. Ponemos en el fondo una tira de papel de horno o de aluminio para que nos resulte más fácil desmoldar el cake luego y la volvemos a untar de mantequilla.
Pelamos los plátanos y los hacemos puré con un tenedor.Les añadimos el yogur y lo mezclamos todo bien.
En un bol ponemos los huevos, el azúcar y el azúcar avainillado. Lo batimos durante tres minutos hasta obtener una mezcla cremosa.
Añadimos un huevo y volvemos a batir hasta que esté bien incorporado. Añadimos el otro huevo y repetimos la operación.
Precalentamos el horno a 180 grados. Colocamos encima del bol un colador o cedazo en el que echaremos la harina, la levadura, la sal, la canela y la nuez moscada.
Lo tamizamos sobre la mezcla de mantequilla, huevos y azúcar. Volvemos a batir, a la velocidad más baja de la batidora, hasta que se una todo bien. Nos quedará una masa muy espesa.
Añadimos ahora el plátano con el yogur y volvemos a mezclar a la velocidad más baja de la batidora. Echamos esta masa en el molde, golpeándolo varias veces contra la encimera para que no queden bolsas de aire. Espolvoreamos la superficie con la almendra molida.
Y al horno durante 1 hora. Cuando lleve 30 minutos será conveniente ponerle una hoja de aluminio encima para evitar que se tueste demasiado. El cake estará listo cuando un palillo (largo, de los de pincho moruno) insertado en el centro salga seco.
Lo dejamos templar en el molde durante 10 minutos y después lo volcamos sobre una rejilla para que acabe de enfriarse.
Y ya está, listo para disfrutarlo.
Bon appétit!
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