Anoche estuve viendo la final de Masterchef. Hay que ver las maravillas que son capaces de hacer estos chicos en sólo dos horas. Las delicias que presentaron me hubieran tenido toda una mañana entre fogones, por lo menos. A ver si se publican las recetas y puedo intentar reproducir alguna. Ya os contaré. Tan y mientras aquí tenéis un plato mucho más prosaico: un arroz con chichas y pollo. Os aseguro que se deja comer pero hacedlo un día menos caluroso que los que estamos teniendo esta semana. No hace falta que diga que lo que en mi tierra llamamos chichas en otras partes lo llaman probadura o picadillo. Es carne de cerdo picada aderezada con pimentón y especias.
2 muslos y contramuslos de pollo partidos en 8
200 grms de chichas
4 cacitos (de los de sopa) de arroz redondo
9 cacitos (de los de sopa) de agua
sal
aceite de oliva
1 limón para adornar
Cubrimos de aceite el fondo de la paellera y doramos el pollo.
Ponemos el agua a hervir junto con un pellizco de sal. Según vaya estando el pollo dorado lo vamos añadiendo a la cazuela.
Una vez dorado todo el pollo, añadimos las chichas.
Las vamos deshaciendo con el canto de una cuchara de madera y removiendo hasta que estén fritas.
Escurrimos con ayuda de una tapadera grande prácticamente todo el aceite sobrante.
Añadimos ahora el arroz y lo rehogamos bien.
Es el momento de incorporar el pollo y el agua de la cazuela. Lo dejamos hacer a fuego medio durante 15 minutos, girando la paellera cada cinco minutos para que se vaya haciendo uniformemente.
Lo tapamos con un paño limpio y lo dejamos reposar 5 minutos.
Adornamos la paellera con el limón, y a la mesa, listo para comer.
Bon appétit!
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