Empanada de morcilla y pera / Black pudding and pear pie

Siguiendo con las recetas de empanadas, aquí tenéis una rellena con morcilla de cebolla y pera. Queda también buenísima con manzana y, por supuesto, admite otros tipos de morcilla, la imaginación al poder. Es bastante contundente y, como se puede hacer de víspera, resulta ideal para merendolas familiares. La masa, casera, es fácil de preparar y no lleva levadura. Podéis utilizar, claro está, masa de hojaldre o de empanada congelada, pero no hace falta decir que no estará tan rica.

Ingredientes

Relleno

6 morcillas de cebolla

2 cebollas picaditas

2 peras conferencia

sal

pimienta negra

aceite de oliva

Masa

600 grms de harina

190 ml de aceite de oliva

190 ml de agua

un pellizco generoso de sal

1 cucharada de vinagre

2 cucharaditas de azúcar

Empezamos preparando el relleno porque debe estar totalmente frío antes de poder utilizarlo. Cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva y pochamos la cebolla picada, con un pellizco de sal y pimienta negra molida, a fuego medio/bajo durante 10 minutos o hasta que esté transparente.

 Mientras tanto le quitamos la tripa a las morcillas. Yo utilicé éstas de cebolla

Picamos el contenido y lo reservamos.

Pelamos las peras y las cortamos en cuadraditos.

Cuando la cebolla está transparente, añadimos la morcilla.

La vamos mezclando con la cebolla y lo dejamos hacer todo junto tres o cuatro minutos. 

Añadimos entonces la pera, volvemos a mezclar con cuidado y dejamos que se haga todo junto durante otros tres minutos. Rectificamos de sal.

Pasamos el relleno a un colador para que se escurra bien y lo dejamos enfriar totalmente. Usaremos después los jugos que haya soltado el relleno para elaborar la masa. 

 Preparé la masa en mi Kitchen Aid pero ya sabéis que es igualmente fácil amasarla manualmente. Puse en el vaso la harina con la sal y el azúcar. En el vaso medidor eché el líquido que había soltado el relleno y completé con aceite hasta llegar a los 190 ml. Eché también el agua y el vinagre.

Lo puse a velocidad 1 hasta que se mezcló todo bien y luego a velocidad 2 cinco minutos para que se amasara. Si lo hacéis a mano pondréis los ingredientes secos formando un volcán en un bol, añadiréis los ingredientes húmedos en el centro e iréis mezclando hasta tener una bola manejable. Lo volcaréis en la encimera enharinada y a amasar durante diez minutos hasta tener una masa elástica.

Pasé la masa a la encimera enharinada y la dividí en 2 partes, una más grande que otra.

Forré con papel de horno una fuente rectangular. La pinté de aceite.

Estiré con el rodillo la bola más grande de masa. Debe quedar finita. Cubrí con ella el fondo de la fuente y recorté los bordes. Coloqué encima el relleno, ya totalmente frío, dejando unos dos cms por los bordes para poder sellar la empanada.

Estiré la otra bola de masa y cubrí con ella el relleno. Fui sellando los bordes apretándolos con los dedos. Nuevamente recorté la masa sobrante.

Precalenté el horno a 200 grados. Fui volviendo los bordes hacia dentro para sellar totalmente el relleno. Con los recortes de masa hice los adornos. Pinché la superficie para que pudiera salir el vapor al cocerse la empanada y no se abombara. La pinté con aceite. También se puede pintar con huevo batido si queremos que quede brillante.

Y al horno con ella durante 40 minutos o hasta que la superficie está tostada.

La dejamos enfriar totalmente cubierta con paño. Luego la pasamos a una bandeja bonita y ya está. Mejor de un día para otro.

Bon appétit!