Y otra receta más de repostería. Pronto volveré al buen camino y compartiré con vosotras recetas propias de la operación bikini. Estamos ya con el final de curso, una de las épocas más ocupadas / liosas / estresantes del año. Esta bomba calórica de hoy aumentará las endorfinas de todos aquéllos que como padres, alumnos o profesores la tengan que padecer. Está basada en una receta que aparece en el último número de la revista americana Bon Appétit! a la que estoy suscrita. Lamentablemente, ya no es lo que era y creo que no renovaré mi suscripción. Ahora contiene demasiados reportajes y menos recetas. Guardo como oro en paño mis ejemplares de los años 90 repletitos de excelentes ideas y preciosas fotos.
En fin, a la tarta de hoy:
Ingredientes
Bizcocho
150 grms de mantequilla a temperatura ambiente
200 grms de azúcar
1 sobre de levadura Royal
1 pellizco de sal
200 grms de harina
3 huevos a temperatura ambiente
4 plátanos muy maduros
1 yogur natural azucarado
Relleno y cobertura
100 grms de mantequilla
100 grms de azúcar
300 ml de nata líquida para montar
1 pellizco de sal
2 plátanos normales cortados en rodajitas
Nos van a hacer falta dos moldes desmoldable. Pueden ser del mismo tamaño o de tamaños distintos. Yo utilicé dos de tamaños distintos y el resultado fue una tarta redondeada. Si son iguales el resultado será una tarta tradicional cilíndrica. Untamos la base de mantequilla y la forramos con papel de horno o papel de aluminio. Así el papel se pegará bien. Después enmantequillamos todo el molde.
Precalentamos el horno a 180 grados. En un bol batimos la mantequilla y el azúcar durante tres minutos.
Añadimos entonces los huevos uno a uno, incorporando bien cada uno antes de añadir el siguiente.
Añadimos entonces la harina, la levadura y el pellizco de sal y volvemos a batir. Finalmente, incorporamos los plátanos maduros y el yogur y batimos otra vez. El plátano quedará prácticamente deshecho.
Repartimos la masa entre los dos moldes.
Y al horno durante 50 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga seco. Conviene estar pendiente del horno cuando lleven media hora por si se tuestan demasiado. Yo les puse una hoja de papel de aluminio encima a los 30 minutos.
Los dejamos enfriar en el molde durante 15 minutos, pasamos un cuchillo por el lateral y después los volcamos sobre una rejilla para que se enfríen totalmente, retirando el papel de horno o de aluminio que habíamos puesto en la base.
Ponemos el bizcocho más grande en el plato en que vayamos a servir la tarta. El relleno contiene nata, azúcar y mantequilla. Siguiendo las instrucciones, batí la mantequilla con 50 grms de azúcar , la sal y 100 ml de nata. Pensé que se montaría de modo normal. Para mi sorpresa, de repente, se me formó una mantequilla dulce de la que se separó una especie de cuajo. La escurrí bien y extendí la mitad sobre la base de bizcocho. Repartí sobre ella uno de los plátanos del relleno. La cubrí con el otro bizcocho y repetí la operación reservando unas rodajas de plátano para la decoración final.
Batí el resto de la nata con los otros 50 grms de azúcar. Esta vez sí se montó de un modo normal. Cubrí la tarta con la mitad de la nata montada.
La metí en la nevera durante media hora para que se fijara la cobertura. Después repartí por encima el resto de la nata (que también había guardado en la nevera).
La decoré con rodajitas de plátano y, voilá!
Bon appétit!
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