La receta de hoy es muy británica. Les encantan los pasteles salados que sólo llevan masa por arriba. Son sencillos de preparar y ricos, ricos. En esta ocasión la tapa es de hojaldre congelado así que más fácil, imposible. Yo lo he preparado con pechuga pero podrían utilizarse también muslos deshuesados. Os recomiendo que uséis un buen chorizo. El mío es ibérico, recomendado por mi amigo Antonio, el marido de Araceli (de quien he compartido varias recetas con vosotros).
El relleno se puede preparar la víspera y el día de autos con ponerle la tapa y 20 minutitos de horno está listo para comer.
Ingredientes (6 personas)1 pechuga grande de pollo (deshuesada y sin piel)
sal
pimienta negra
aceite de oliva
2 cebollas
200 grms de chorizo ibérico en lonchas finas
1 cucharada de harina
100 ml de oporto
1/2 litro de agua
200 ml de nata para montar
1 manojo de perejil
1 hoja de hojaldre congelado
1 huevo para pintar
Empezamos cortando la pechuga en dados de unos dos cms.
La salpimentamos y la ponemos a dorar en una sartén grande con 4 cucharadas de aceite. Mientras se hace pelamos y picamos las cebollas.
Una vez dorados los trozos de pechuga, retiramos parte del aceite y ponemos a pochar la cebolla, a fuego medio bajo, con 1 pellizco de sal, durante unos cinco minutos o hasta que esté transparente. Añadimos entonces las rodajas de chorizo, peladas y cortadas en cuatro.
A fuego medio, lo mezclamos todo bien y lo dejamos hacer, removiendo de vez en cuando durante un par de minutos. Añadimos entonces la harina y lo mezclamos todo bien durante otro minuto.
Incorporamos ahora el oporto y lo dejamos hervir a fuego medio/alto otros dos minutos, para que se evapore el alcohol. Podéis utilizar también vino blanco.
Se le añada entonces el agua y se da un hervor a todo junto. Incorporamos ahora el pollo que teníamos reservado. Lo mezclamos todo bien y lo llevamos a ebullición.
Bajamos el fuego y lo dejamos hacer, a fuego medio/bajo, semitapado, durante 30 minutos. Entonces, con una espumadera sacamos el pollo, el chorizo y lo que podamos de la cebolla. Añadimos la nata a la salsa. La llevamos a ebullición.
Dejamos que hierva a fuego medio durante unos diez minutos. Mientras tanto, con unas tijeras desmenuzamos el pollo.
Picamos el perejil.
La salsa para entonces se habrá espesado y reducido como a la mitad. Rectificamos de sal. Incorporamos el pollo y el perejil.
Le damos un par de vueltas para que mezcle todo bien y lo vertemos en una fuente de horno honda. Debemos dejar que se enfríe totalmente. Por ello podemos preparar este relleno la víspera y simplemente guardarlo en la nevera hasta que vayamos a utilizarlo.
Precalentamos el horno a 200 grados. Con el relleno totalmente frío le ponemos encima la hoja de hojaldre congelado. Recortamos los bordes para que se adapte al tamaño de nuestra fuente. Con los recortes le podemos hacer unos adornos. Pintamos el hojaldre con el huevo batido. Le hacemos unos cortes con la punta de un cuchillo para que pueda salir el vapor y no se deforme.
Y al horno durante veinte minutos o hasta que el hojaldre esté dorado.
Bon appétit!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por dejar un comentario. Puedes preguntar lo que desees y trataré de darte una respuesta pronto.
He activado la moderación de comentarios para evitar que personas con poco que hacer traten de remediar su aburrimiento descargando aquí su mal humor.
Disculpad las molestias.