Comparto con vosotros esta receta hoy pensando en los días que rodean a estas fiestas. Con frecuencia se recibe la visita de familiares y amigos también en los días que rodean a los días señalados. Con una buena ensalada y una feria de restos, o una tortilla de patata, ya tenéis montada una comida o cena que gustará a mayores y niños. Es sencilla de preparar y muyyyyy rica. La flamiche es una especie de pizza o quiche, de origen belga y francés. Lleva una base de "pan" y admite una gran variedad de rellenos. El de ésta tiene crema fresca, puerro, cebolla, bacon y jamón york. Evidentemente podéis acortar mucho trecho si utilizáis una base de pizza prefabricada, pero el resultado no será igual, creedme...
Ingredientes
Relleno
150 grms de bacon en tiras gorditas
150 grms de jamón cocido, en 2 lonchas gorditas
1 puerro grande
1 cebolla
150 grms de queso gouda
1 tarrina de 20cl de nata fresca
aceite de oliva
sal
Masa
400 grms de harina de fuerza
10 grms de levadura fresca
250 ml de agua
100 ml de aceite de oliva
un pellizco generoso de sal
Empezamos preparando primero el relleno porque utilizaremos el líquido que escurra para la elaboración de la masa.
Quitamos la corteza del bacon y lo cortamos en cuadraditos. Cubrimos de aceite el fondo de una sartén honda y empezamos a freír el bacon, a fuego medio.
Mientras tanto cortamos las lonchas de jamón también en cuadraditos. Lavamos y picamos el puerro. Pelamos y picamos la cebolla. Cuando el bacon empiece a estar un poco tostado, añadimos el jamón, el puerro y la cebolla a la sartén, junto con un pellizco de sal.
Lo mezclamos todo bien y lo dejamos hacer durante unos 10 minutos, a fuego medio. Mientras tanto podemos ir rallando el queso, que utilizaremos al final.
En este relleno se utiliza nata fresca, que ahora se encuentra fácilmente en grandes superficies.
Cuando la cebolla esté transparente ponemos el relleno en un colador sobre un bol y dejamos que se escurra muy bien.
Para elaborar la masa, disolvemos la levadura en unas cucharadas del agua que habremos medido. El agua en que disolvamos la levadura deberá estar templada. Le añadimos también un pellizco de sal. Preparé la masa en mi Kitchen Aid, aunque también podéis amasarla del modo tradicional. Puse la harina en el bol de la Kitchen Aid y la mezclé con otro pellizco de sal. Añadí la levadura diluida y el resto del agua. Medí el líquido que se había escurrido del relleno y lo completé con aceite hasta llegar a los 100ml. Puse en marcha el aparato, con el gancho a velocidad 1. Cuando los ingredientes se hubieron mezclado subí a velocidad 2 y dejé que se amasara durante 10 minutos, añadiendo algún pellizco más de harina hasta que la masa se despegó de las paredes.
Tapé el bol con un paño húmedo y lo puse en un lugar cálido, al abrigo de corrientes. Y así estaba al cabo de 1 hora.
Precalenté el horno a 230 grados. Forré de papel de cera una fuente de horno y lo unté de aceite.
Volqué dentro la masa y la extendí con los dedos untados de aceite. Distribuí por encima la nata fresca y, sobre ella, coloqué el relleno.
Espolvoreé el queso rallado.
Y al horno con la flemiche durante 20 minutos o hasta que los bordes esté dorados.
Se saca del horno y se deja templar durante unos 20 minutos. Luego se pasa con cuidado a la bandeja en que se vaya a servir.
Se sirve templada, y con una ensalada está de lujo.
Bon appétit!
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