Estamos en Adviento, llegan ya las navidades, las reuniones familiares, las comilonas... En casa somos bastante tradicionales el día de Navidad pero en Año Nuevo, cuando ya llevamos días de excesos es mejor un menú algo menos copioso. La receta de hoy es ideal como entrada, vistosa y no demasiado contundente. Claro que puede hacerse también para cualquier otro día de fiesta. He usado queso de sandwich Reny-Picot pero podríais probar también con cualquier otro tipo de queso fuerte. Está mejor servido caliente, pero al día siguiente, si sobra, también está estupendo a temperatura ambiente.
Ingredientes (8 personas como entrada)50 grms de azúcar
1 naranja
3 lonchas de jamón cocido gorditas
6 lonchas de queso de sandwich gorditas
6 rebanadas y media de pan de molde sin corteza
3 huevos
1 vaso de leche
sal
pimienta negra recién molida
1/2 cucharadita de nuez moscada
cerezas confitadas para adornar
Empezamos lavando la naranja y cortándola en rodajas finas que reservaremos. Echamos el azúcar en un molde rectangular y lo ponemos al fuego para hacer un caramelo. Cuidadito con quemarnos. El caramelo provoca quemaduras muy dolorosas. Una vez hecho (tarda sólo unos minutos), con las manos bien protegidas con manoplas de cocina, lo distribuimos por el molde. Colocamos en el fondo tres rodajas de naranja.
Lo dejamos enfriar totalmente. Mientras tanto batimos los huevos con la leche y lo sazonamos todo con la sal, la pimienta y la nuez moscada. Una vez completamente frío el caramelo colocamos una loncha de jamón en el fondo, encima ponemos dos rebanadas de pan.
Empapamos bien el pan con la mezcla de huevos y leche. Apretando el pan suavemente con un tenedor conseguiremos que la absorba mejor. Colocamos encima dos lonchas de queso.
Precalentamos el horno a 190 grados. Ponemos otra loncha de jamón, dos rebanadas de pan y volvemos a empaparlas con la mezcla de huevo y leche. Y repetimos una tercera vez, queso, jamón, pan. Como el molde tiene forma trapezoidal necesitaremos media rebanada de pan más para que la superficie quede completamente cubierta.
Colocamos el molde en una fuente de horno honda y lo metemos al horno. Ya dentro del horno, añadimos agua caliente a la fuente para que nuestro pastel se haga al baño María. Y 40 minutos después, ya está. Tendrá un aspecto algo tostado y abombado (por eso debemos dejar un par de cms libres en el molde, para evitar que se derrame).
Lo dejamos reposar unos minutos y lo desmoldamos invirtiendo el molde con cuidado en una fuente rectangular. Lo adornamos con las cerezas confitadas y el resto de rodajas de naranja. Servimos caliente. Et voilá:
Bon appétit!
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