Ahhhh... la tortilla de patatas, manjar de dioses, digna de las mejores mesas y susceptible de mil y una variantes. Recuerdos imborrables de infancia, de la tortilla guisada de la abueli, de las tortillas de papá, y realidades como la inmejorable tortilla de Cefe, o la exquisita tortilla de Merce, o la hermosa tortilla de Tomás...
Durante muchos años me sentí en franca desventaja ante la avalancha de insuperables "tortillistas" que me rodeaba. Ahora, por fin, tras muchos practicum de observación, he conseguido un resultado digno (aunque sigue sin llegar a su altura). Recomiendo el vídeo en YouTube de "El Cocinero Fiel" y recordad siempre que la práctica lleva al éxito.
Trucos o "quides" de la cuestión:
A.- Lo primero y principal, paciencia. Una buena tortilla requiere una hora de tiempo.
B.- La calidad de la patata es básica. Las patatas nuevas son las ideales (por lo menos en nuestra Castilla).
C.- Dejar que las patatas se confiten en el aceite, hacerlas a fuego medio-bajo.
Dicho lo cual, procedo a daros mi receta.
Ingredientes
3 patatas gordas
Media cebolla picada
5 huevos
Aceite de oliva
sal
Se pelan las patatas y se cortan en rodajas triangulares, gorditas. Las lonchas finas se hacen antes pero tienden a quedar más duras y para la tortilla queremos que queden blanditas.
Se fríen las patatas y la cebolla en abundante aceite caliente. Se hacen a fuego medio, removiendo de vez en cuando y cuando empiecen a ablandarse, picando de vez en cuando con la espumadera (o rasera). Se sacan de la sartén y se escurren bien.
En un bol se baten los huevos. Se añade la mezcla de patatas y cebolla y se remueve todo, machacando algo con el tenedor. Es el momento de añadir la sal y probar.
Se echa un poquito de aceite en la sartén y se extiende por el fondo. Cuando esté caliente se añade el conjunto anterior y se pone a fuego medio, moviendo la sartén, de vez en cuando, para que la mezcla se vaya haciendo por abajo.
Se cubre la sartén con un plato y se le da la vuelta. Se vuelve a colocar en la sartén y se sigue agitando. Transcurridos unos minutos, con la ayuda del plato se le da la vuelta y se sigue agitando. Con un tenedor se aprieta la parte central para saber si es necesaria una vuelta más o no. Si el centro está blandito, la tortilla necesitará otra vuelta, si está firme y cede sólo un poquitín estará en su punto.
Se pasa a un plato limpio, se cubre con otro, y se deja enfriar antes de cortarla en tacos. Se puede comer recién hecha, en triángulos, acompañada de una ensalada.Ya sabéis que admite infinidad de variantes, con pimientos verdes, con pimientos rojos, con chorizo, con jamón, con calabacín, con queso, con bonito...
En fin, bon appetit!
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