En la cocina americana son habituales estos pastelitos de pescado hechos con puré de patata. Son, en cierto modo, similares a nuestros buñuelos de bacalao, aunque algo más light porque no llevan tanto rebozado. En lugar de acompañar guisos y potajes se sirven como entremés, o incluso como plato principal, acompañados de una mayonesa o de una salsa tártara. Son sencillos de preparar y admiten una gran variedad de pescados. En esta ocasión llevan salmón ahumado y van aderezados con limón. Un aperitivo distinto para las fiestas que se avecinan.
Ingredientes
2 patatas grandes
el zumo y la ralladura de un limón y una rodajita para adornar
1 huevo batido
200 grms de salmón ahumado
2 cucharadas de perejil fresco picado y una ramita para adornar
3 cucharadas de maizena
aceite de oliva
sal
pimienta negra molida
Cocemos las dos patatas con piel. En la olla a presión será más rápido que en una cazuela normal.
Las dejamos templar hasta poder pelarlas sin quemarnos. Las cortamos en trozos grandes y las ponemos en un bol. Les añadimos un buen pellizco de sal y pimienta negra molida, al gusto, el zumo y la ralladura del limón y tres o cuatro cucharadas de aceite.
Las aplastamos con un tenedor o con un potato masher hasta obtener un puré espeso.
Añadimos ahora el salmón cortado en trocitos, reservando algunos para adornar después, el huevo batido y el perejil picado.
Lo mezclamos todo con las manos bien limpitas como si estuviéramos preparando la farsa de unas albóndigas. En un plato mezclamos la maizena con un pellizco de sal y pimienta negra molida. Vamos haciendo bolitas de unos 3 centímetros de diámetro que aplastaremos al final para darle forma de pastelitos. Los pasamos por la mezcla de maizena y los vamos reservando en un plato.
Los dejamos reposar en la nevera durante por lo menos un cuarto de hora para que se asienten. Luego los freímos en abundante aceite caliente, unos 3 minutos por cada lado hasta que estén doraditos.
Los vamos reservando en un plato cubierto con papel de cocina para que se absorba el aceite sobrante. Los colocamos en el plato en que vayamos a servirlos y los adornamos con los trozitos de salmón que habíamos reservado, la ramita de perejil y la rodajita de limón. Si no los servimos inmediatamente podemos recalentarlos brevemente en el microondas, a temperatura de descongelar, durante un minuto. Los acompañamos de un cuenquito con mayonesa.
Bon appétit!
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