En casa llamábamos ensalada ilustrada a cualquier tipo de ensalada que llevara algo más que lechuga y tomate. Era un buen modo de aprovechar cualquier resto de pollo o carne que hubiera quedado o bien de hacer más atractiva la ensalada de siempre. La ensalada ilustrada de hoy lleva aguacate, bonito, y maíz, amén de lechuga y tomate. Está aderezada con aceite, vinagre y sal y un poquitín de mayonesa. Si usáis un molde de aro para servirla individualmente queda de lo más aparente. Y como seguimos en Cuaresma, es apta para devotos.
1 aguacate
1 latita de bonito en aceite
1 latita de maiz dulce
2 tomates pequeños lavados y picados
1/ lechuga iceberg, lavada y picada
2 cucharadas de mayonesa
aceite de oliva
vinagre
sal
pimienta negra
Podemos dejar prácticamente preparada esta ensalada con bastante anterioridad. El aliño siempre debe dejarse justo para el momento anterior a servir. En un bol ponemos el aguacate pelado y picado (reservando un trozo para adornar luego), el bonito con su aceite, el maiz y los tomates.
Cubrimos esto con la lechuga picada menudita.
Y guardamos en la nevera hasta el momento en que se vaya a servir. Al estar cubierto con la lechuga, el aguacate no se oxida. Para aliñarla añadimos la mayonesa, dos cucharadas de vinagre, sal y pimienta negra molida al gusto. Lo mezclamos bien y añadimos algo más de aceite si nos parece necesario. La vamos poniendo en platos individuales dentro de un molde redondo. Adornamos con el aguacate que habíamos reservado. Y ya está.
Bon appétit!
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