Durante los primeros días de mi magno trancazo de hace unas semanas, con 38 y medio de fiebre, llena de lástima por mi estado e incapaz de guardar cama, guardé sofá, y entre delirios, vi programas de cocina en la tele. Pobrecita de mi, ¡qué malita estaba y qué poco me quejaba! Una de las recetas, de un cocinero que desconocía, creo que de nombre Sergi (no me hagáis mucho caso) me llamó la atención y aquí os la presento, algo adaptada y basándome en lo que recuerdo pero muy rica. Resulta estupenda para plato principal precedida de algún entrante. En estos canelones, la tradicional bechamel va sustituida por el puré de patatas Maggi de toda la vida en el relleno. Unos champiñones al ajillo los cubren y las nueces le dan vidilla al relleno de bacalao. Y es relativamente rápida de preparar.
Ingredientes (4 personas)
1 caja de canelones (precocidos o para cocer, 3 canelones por persona)
300 grms de migas de bacalao salado
10 nueces peladas y picadas en trozos no pequeños
2 puerros
125 ml de leche
125 ml de nata líquida
6 cucharadas de puré de patatas Maggi
300 grms de champiñones
4 ajos
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta negra molida
Si usamos bacalao desalado no será necesario que lo pongamos en remojo la víspera. En caso contrario, ya sabéis, hay que ponerlo en abundante agua fría la víspera y cambiársela tres o cuatro veces. Yo usé migas de bacalao salado y la verdad es que se deshace de tal modo que no merece la pena usar lomos.
El puré Maggi nos hace de amalgamante, como si fuera bechamel. Hay que ser muy cuidadosos con la cantidad que añadimos. Se trata de que el relleno quede lo suficientemente unido como para poder rellenar los canelones.
Esta vez usé canelones precocidos. Los otros también funcionarían bien. En cualquier caso es conveniente añadir un chorreón de aceite al agua en que ablandemos la pasta.
Lavamos, pelamos y picamos los puerros. Los freímos en una sartén grande a fuego medio durante 10 minutos. Añadimos las nueces, mezclamos y dejamos hacer todo junto 1 minuto. Añadimos el bacalao y seguimos haciendo 2 minutos, removiendo para que el bacalao se deshaga.
Añadimos entonces la leche y la nata y llevamos a ebullición. Rectificamos de sal y añadimos un pellizco de pimienta negra.
Separamos del fuego. Vamos incorporando el puré de patatas Maggi, cucharada a cucharada, y removiendo. Una vez echadas las 6 cucharadas que indico esperamos un poco. Con 6 cucharadas colmadas basta. Debe quedar una masa espesa pero no dura. Tiene que tener sólo la consistencia suficiente para poder rellenar los canelones. Si nos pasamos de copos de puré ¡nos quedará una masa para tapar ratoneras!
Mientras se enfría, vamos preparando los champiñones. Ya sé que dicen que no deben lavarse sino, simplemente, frotarse suavemente con un cepillo para eliminar los rastros de tierra. Supongo que los expertos llevan razón pero, personalmente, me quedo más tranquila pasándolos por el grifo. Se quitan los tallos y se laminan los sombrerios. Se cubre de aceite el fondo de una sartén. Se calienta y se fríen los ajos, previamente laminados, hasta que estén dorados.
A fuego fuerte, se hacen los champiñones, durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando. Se trata de que se hagan y se doren y de que se elimine el agua que sueltan.
Se separan del fuego y se reservan.
Una vez rehidratadas o cocidas las láminas de canelón, las ponemos en un paño limpio para eliminar el exceso de agua. Las rellenamos una a una con una cucharita. Vamos poniendo tres canelones rellenos por plato y lo cubrimos con film para que no se sequen.
En este momento podemos reservarlos así hasta el momento de servirlos. Bastará entonces con calentar los champiñones en la cocina, e ir calentando cada plato de canelones, sin quitar el film, 1 minuto en el microondas. Retiraremos el film y cubriremos con la parte proporcional de los champiñones al ajillo calientes, y a la mesa.
Bon appétit!