No me he podido resistir a esta receta adaptada de una americana que vi en internet el otro día. Tan adaptada, tan adaptada que realmente lo único que tienen en común es que las dos llevan plátano. Jejejeje, hay cosas que no cambian: en casa siempre se solían quejar de que nunca hacía el mismo plato dos veces de manera igual... Vamos, que la inspiración del momento y aquello de "esto le iría mejor" son una constante. En cualquier caso, es un cake sencillo de preparar y rico, rico. Ni qué decir tiene que podéis prepararlo también en un molde normal. Sí es muy importante embadurnar el molde, sea cual sea, bien de mantequilla para luego no tener problemas al desmoldarlo.
Ingredientes
100 grms de mantequilla y algo más para embadurnar el molde. Que esté blandita.
250 grms de harina para bizcochos (la que ya lleva algo de levadura incorporada)
1 sobre de levadura royal
un pellizquito de sal
2 manzanas reineta pequeñas
2 cucharadas de azúcar
50 grms de mantequilla
100 grms de miel
3 huevos
4 plátanos muy maduros
azúcar glas para adornar
Pelamos las manzanas y las cortamos en lonchas. Las ponemos en una cazuela junto con 50 grms de mantequilla y dos cucharadas de azúcar.
Las cocemos a fuego medio alto durante 5 minutos. Vamos removiéndolas y deshaciéndolas hasta tener un puré espeso.
Separamos la cazuela del fuego y lo dejamos enfriar totalmente antes de usarlo. Esto es muy importante. Embadurnamos bien el molde con la mantequilla y lo reservamos.
Precalentamos el horno a 180 grados. En un bol machacamos los plátanos pelados con un tenedor. Cuanto más maduros estén mejor, con la piel negra. Una vez que el puré de manzana esté frío del todo lo pasamos al bol también junto con la miel y los huevos.
Lo batimos todo hasta que esté bien mezclado. Añadimos ahora la harina, la levadura y el pellizquito de sal. Con la batidora a velocidad baja lo mezclamos hasta obtener una masa espesa. La vertemos en el molde, dándole unos golpes contra la encimera para evitar que se nos formen bolsas de aire.
Y al horno con el durante 55 minutos, hasta que esté dorado y un palillo insertado salga limpio.
Lo dejamos reposar en el molde durante media hora y después lo invertimos sobre un plato.
Una vez que esté totalmente frío lo espolvoreamos con el azúcar glas.
Aquí veis cómo queda por dentro.
Con un café o té os hará levitar.
Bon appétit!