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viernes, 28 de junio de 2013

Tarta de cerezas y mousse de chocolate blanco / Cherry & white chocolate mousse pie

C. & N. me trajeron una caja de maravillosas cerezas del Valle del Jerte y no me pude resistir a utilizar algunas en esta tarta de mousse de chocolate blanco. El resultado fue para repetir. Lleva una base de galletas de chocolate negro. No resulta excesivamente dulce ni con un sabor a chocolate tremendamente intenso. Ya sabéis que el chocolate blanco es más suave que el negro. Se debe hacer la víspera para que la mousse se cuaje bien.
Ingredientes
Base
170 grms de galletas de chocolate
75 grms de mantequilla
Compota
1/2 kg de cerezas deshuesadas
2 cucharadas de mermelada de cerezas
Mousse
6 hojas de gelatina neutra
4 cucharadas de agua
500 ml de nata para montar
180 grms de chocolate blanco
2 claras de huevo
3 cucharadas de azúcar
Para adornar
30 grms de fideos de chocolate
Empezamos preparando las cerezas. Las lavamos y las deshuesamos. Ya sabéis que hay un artilugio especial para estos menesteres que se puede adquirir con facilidad y que ya he utilizado en otras ocasiones. La tarea de deshuesar las cerezas nos llevará unos 10 minutos.
Las ponemos en una cazuela con la mermelada a fuego medio. 
La mermelada se derretirá y las cerezas empezarán a soltar juguillos. Vamos removiéndolas con cuidado con una cuchara metálica y las dejamos hacer 5 minutos. Separamos la cazuela del fuego y las dejamos enfriar totalmente.
Preparamos ahora la base. Precalentamos el horno a 180 grados. Usé galletas de chocolate de Mercadona y me dieron muy buen resultado.
Las partí en trozos y las puse en la picadora.
Las reduje a miguitas.
Derretí la mantequilla en el microondas, en un bol pequeño, a temperatura máxima durante un minuto. Añadí las galletas pulverizadas al bol y lo mezclé todo bien con una cuchara metálica.
 Forré con aluminio la base de un molde desmoldable. Distribuí la mezcla de galletas por encima.
Y, al horno con ella durante 10 minutos. La saqué de horno y la dejé enfriar totalmente.
Y, ahora, a por la mousse. Puse el agua a calentar en un bol, en el microondas, a velocidad máxima durante 1 minuto. Le añadí las hojas de gelatina neutra (de Mercadona también) y las disolví removiendo con una cuchara metálica. Le añadí 100 ml de nata, removí bien y metí el bol en la nevera. Eché la nata restante en una cazuela pequeña. Añadí el chocolate blanco partido en trozos.
Puse la cazuela a fuego medio y empecé a remover. En un pis pas el chocolate se deshizo. Separé la cazuela del fuego para que se enfriara totalmente.
A continuación batí las claras con el azúcar a punto de nieve.
Las añadí a la cazuela de la mezcla de nata y chocolate, ya totalmente fría, y fui removiendo con movimientos envolventes para que se mezclara todo bien. Le añadí la mezcla de agua, nata  y gelatina que estaba en la nevera y volví a mezclar todo. Y a montar la tarta. Distribuí la compota de cerezas por la base, reservando algunas para adornar.
Eché por encima la mousse y la adorné con las cerezas reservadas.
Y a la nevera con ella por lo menos 4 horas para que se cuaje. Después la desmoldé pasando un cuchillo de postre por los laterales. La coloqué sobre un plato bonito y la espolvoreé de fideos de chocolate. Et voilá:
Bon appétit!

miércoles, 26 de junio de 2013

Coctel de gambones y pepino / Prawn, cucumber salad

Siguiendo con las entradas y ensaladas veraniegas aquí tenéis un delicioso cóctel de gambones y pepino aromatizado con hierbabuena. Es una entrada especial y refrescante con un toque distinto. Resulta sencilla de elaborar y puede dejarse prácticamente lista para servir varias horas antes del ágape. Deben calcularse unos seis gambones por persona. Pueden comprarse ya cocidos o crudos. La hierbabuena se encuentra con facilidad en grandes superficies.
Ingredientes (6 personas)
36 gambones
1 pepino
un buen puñado de hierbabuena
el zumo de 1 limón
la ralladura del limón
aceite de oliva
sal
pimienta negra molida
Yo compré los gambones crudos.
El método de cocción de los gambones y de los langostinos es realmente sencillo. Se pone agua con un pellizco de sal a calentar en una cazuela. Cuando está hirviendo se echan los gambones. Cuando vuelve a hervir se cuenta un minuto y ya están. Se refrescan con agua fría y se pelan.
Usé un pepino holandés pero también podéis usar los españoles que son algo más gorditos y menos largos.
Se pela el pepino. Se corta a la mitad. Cada mitad se corta en cuatro gajos.
Se retiran las pepitas y cada gajo se vuelve a cortar en dos o en tres, longitudinalmente, según sea de ancho el pepino.
Se cortan las secciones resultantes en cuadraditos como de un cm.
Se lavan las hojas de hierbabuena, reservando algunas para adornar.
Se pican menuditas y se añaden al bol donde tenemos los pepinos junto con los gambones pelados y el zumo y la ralladura de limón. Se mezcla todo bien.
Y a la nevera por lo menos 1 hora para que esté bien fresquito. Aliñamos con un par de cucharadas de aceite de oliva, sal y pimienta negra. Servimos en copas adornadas con las hojas de hierbabuena que habíamos reservado.
Bon appétit!

lunes, 24 de junio de 2013

Ensalada de 3 tomates / Three tomato salad

Por fin ha llegado el buen tiempo y los días largos. Hoy comparto con vosotros una vistosa ensalada con tomates de tres clases: los de siempre, los pera y los cherry. Es un acompañamiento estupendo para asados o cualquier tipo de platos. Es de elaboración muy sencilla y, salvo el aliñado, se puede preparar con antelación.
Ingredientes (6 personas)
25 tomatitos cherry
4 tomates de pera
1 tomate normal grande
1 lata de aceitunas negras sin hueso
1 cebolleta
3 cucharadas de perejil picado
aceite 
vinagre blanco
sal
pimienta negra molida
Lavamos todos los tomates. En un bol vamos poniendo los tomatitos cherry partidos a la mitad.
Añadimos los tomates pera partidos primero en cuatro gajos y, luego, cada gajo en 3 trozos.
Añadimos la cebolleta picada, las aceitunas escurridas y el perejil. En este momento ya podemos dejar la ensalada en la nevera hasta el momento de servir.
Cuando llegue la hora de comer, aderezamos la ensalada del bol con aceite, vinagre, sal y pimienta negra. Ya conocéis el dicho: la ensalada salada, bien aceitada y poco avinagrada. Pasamos la ensalada aliñada a una fuente. Colocamos alrededor el tomate grande, cortado primero en rodajas y luego en cuartos. Y a la mesa.
Bon appétit!

jueves, 20 de junio de 2013

Magdalenas para cupcake / Cupcake base

Los cupcakes se han puesto muy de moda en los últimos años. Aunque parezcan una novedad lo cierto es que llevan haciéndose más de doscientos años. De hecho la primera mención a ellos aparece en un libro de cocina americano de 1796, American Cookery, or the art of dressing viands, fish, poultry, and vegetables, and the best modes of making pastes, puffs, pies, tarts, puddings, custards, and preserves, and all kinds of cakes, from the imperial plum to plain cake: Adapted to this country, and all grades of life, de Amelia Simmons.Es el primer libro de cocina americana del que se tiene noticia. Básicamente los cupcakes son magdalenas de distintos sabores y colores, de tamaño generalmente pequeño, que se adornan con cremas también de formas y colores diferentes.
Nunca he querido hacerlos porque me parecen excesivamente calóricos, es como añadir el insulto a la injuria. Me producen curiosidad y, por tanto, he dado un primer paso horneando estas magdalenas que bien pudieran utilizarse para la base dado que no salen con demasiado copete ni resultan excesivamente dulces.
 Ingredientes
100 ml de leche
1 cucharada de zumo de limón
70 grms de mantequilla a temperatura ambiente
130 grms de azúcar
1 cucharadita de azúcar avainillado
1 huevo a temperatura ambiente
150 grms de harina
1 cucharada sopera colmada de cola-cao
1/2 sobre de levadura Royal
1 cucharadita de bicarbonato

 En la cocina americana se utiliza con frecuencia lo que denominan buttermilk, esto es, el suero que queda después de batir la nata para que se haga mantequilla. Allí es tan común en los supermercados como pueda ser la leche o la nata líquida. Puede sustituirse por la cantidad equivalente de yogur o bien por la cantidad equivalente de leche a la que le añade un poco de zumo de limón para que se corte. Es lo que he hecho en esta ocasión. Le eché una cucharada de zumo de limón a la leche y la dejé reposar 15 minutos.
Mientras tanto fui preparando el resto de ingredientes. Tamicé en un bol la harina con el cola-cao, la levadura y el bicarbonato.
Precalenté el horno a 180 grados. En otro bol batí la mantequilla con el azúcar y el azúcar avainillado durante 3 minutos, rebañando bien los laterales del bol.
Añadí entonces el huevo y volví a batir durante otro par de minutos hasta que estuvo bien incorporado.
A continuación, batiendo a velocidad suave, fui añadiendo la mezcla de harina, cola-cao, levadura y bicarbonato, alternándola con la mezcla de leche y limón, en tres tandas: primero harina, luego buttermilk, luego harina, luego buttermilk para terminar con el resto de la harina. Quedó una masa bastante líquida.
Fui rellenando los moldes con esta mezcla, dejando como 1 dedo para llegar al borde. Los coloqué en bandejas de magdalenas para que mantuvieran su forma.
Hice 6 más grandes y 12 más pequeños. Y al horno con ellos 20 minutos. Os aconsejo que a partir del minuto 15 los vayáis vigilando. Ya sabéis que cada horno es un mundo. Los dejé enfriar sobre la encimera y listos para comer.
Bon appétit!

martes, 18 de junio de 2013

Quiche de espárragos verdes / Green asparagus pie

Siguiendo con las recetas para mis amigos vegetarianos, aquí tenéis una deliciosa quiche con espárragos verdes. Está de muerte tanto recién hecha, caliente, como a temperatura ambiente o al día siguiente. Podéis hacerla como entrada para una comida familiar o como uno de los platos para una cena de picoteo: éxito garantizado. Y no hace falta que os enumere las bondades de los espárragos, poco calóricos, de alto contenido en fibra, etc., etc.  Podéis hacer la masa quebrada casera, como en la receta, o bien utilizar la congelada. Ni que decir tiene que os aconsejo la casera.
Ingredientes
Base
120 grms de mantequilla
225 grms de harina
1 huevo
Relleno
1 manojo de espárragos verdes frescos (unos 300 grms)
250 ml de nata (de la de montar)
2 huevos
50 grms de queso rallado (gruyère o similar)
sal
pimienta negra
Preparamos primero la masa quebrada como ya os he indicado en otras muchas recetas. Esto es, ponemos la mantequilla cortada en trocitos y la harina en el bol del robot de cocina.
Ponemos en marcha el aparato hasta que la mantequilla se mezcle con la harina y tengamos una mezcla de consistencia terrosa. Es importante que la mantequilla esté recién sacada de la nevera. Esto podríamos hacerlo también cortando la mantequilla en la harina con dos cuchillos.
 Añadimos entonces el huevo.
Volvemos a poner en marcha el aparato hasta que la masa se despega de las paredes. Podríamos hacerlo usando un tenedor para mezclar la harina con mantequilla y el huevo.
Pasamos la masa a un plato y la metemos en la nevera durante 20 minutos para que el gluten se asiente.
Mientras tanto cortamos la parte baja, dura del tallo de los espárragos y los lavamos. Ponemos a hervir agua en una cazuela, con un pellizco de sal.
Cortamos los tallos de los espárragos en trocitos de unos dos cms de largo y las puntas algo más largas.
Cuando el agua está hirviendo, echamos los espárragos y los dejamos hacer tres o cuatro minutos. Deberán quedar al dente.
Los escurrimos y los refrescamos bien bajo el grifo del agua fría. En el bol del robot ponemos la nata, los huevos, el queso rallado, pimienta negra molida, al gusto, y un pellizquito de sal. Cuidado con la sal que el queso ya lleva. Añadimos los espárragos, que ya estarán fríos, reservando las puntas en un plato. Ponemos en marcha el aparato y dejamos que se nos haga puré.
Forramos de aluminio la base de un molde de tartas y untamos todo el interior con mantequilla.
Precalentamos el horno a 180 grados. Sacamos la masa de la nevera. Espolvoreamos de harina la encimera y estiramos la masa con ayuda de un rodillo. La colocamos sobre el molde y recortamos los bordes. La pinchamos con un tenedor para evitar que suba al cocerse.
La cubrimos con una trozo de aluminio y colocamos unos garbanzos encima. Y al horno con ella durante 15 minutos. Retiramos el aluminio y los garbanzos y la volvemos a meter al horno otros 5 minutos. La sacamos y la dejamos templar un par de minutos. La rellenamos con el puré de nata, huevos y espárragos. Adornamos la quiche con las puntas que habíamos reservado.
Y al horno con la quiche durante 35 minutos o hasta que esté doradita por encima.
Servimos templada o a temperatura ambiente.
Bon appétit!

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