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jueves, 31 de enero de 2013

Bizcocho de fresas / Strawberry sponge

El domingo pasado tuve el placer de disfrutar de un maravilloso cocido en casa de mis amigos Javier y Caroline. Por mucho que lo intente no seré capaz de hacer justicia al punto exacto de cocción de los garbanzos, al sabor sublime del caldo, a la justa combinación de carne, chorizo, morcilla, tocino, pollo y jamón, a esos rellenos especiales y airosos ni a la berza, patata, judías verdes y zanahoria. ¿Qué, ya os tengo babeando? Fue absolutamente memorable. Como postre y colofón Javier hizo este bizcocho con fresas que se sacó de la manga a puro "ojímetro". Aquí tenéis mi humilde imitación. El contraste de sabores es realmente delicioso.
Ingredientes
3 huevos
150 grms de azúcar glas
200cc de nata líquida
300 grms de harina
1 sobre de levadura Royal
4 fresones grandes
Molí azúcar normal en el molinillo de café para obtener azúcar glas. La puse junto con los huevos en un bol.
La batí durante cinco minutos hasta obtener una mezcla espesa y más clara de color.
Añadí la nata y volví a batir, a velocidad media, sólo para que se mezclara con lo anterior. Puse la harina y la levadura en un colador y la espolvoreé encima.
Volví a batir a velocidad media para que se mezclara todo bien. Precalenté el horno a 190 grados. Forré la base de un molde desmoldable con papel de horno y lo enmantequillé todo bien.
Eché la mezcla en el molde y lo golpeé contra la encimera para que se distribuyera bien la masa y no quedaran bolsas de aire. Lavé los fresones y los corté en rodajas. Adorné con ellas la superficie de la masa.
Y al horno con el molde. A los 20 minutos bajé la temperatura a 170 grados y lo dejé hacer otros 25 minutos. Comprobé que esta hecho insertando un palillo largo en el centro. Salió seco, señal de que ya estaba listo.
Lo dejé enfriar en el molde durante 15 minutos, le pasé un cuchillo de postre por los bordes y lo desmoldé sobre un plato, retirando el papel de horno de la base. Lo dejé enfriar totalmente y ya está: absolutamente delicioso.
Bon appétit!

lunes, 28 de enero de 2013

Pastas de limón / Lemon cookies

En Inglaterra a las galletas las llaman biscuits mientras que en Estados Unidos usan biscuits para referirse a una especie de bollos esponjosos típicos de la cocina del sureste. Los biscuits americanos se parecen en su elaboración a los scones ingleses, pero, a diferencia de éstos, se toman como acompañamiento de la comida y no como merienda con nata, mantequilla y/o mermelada. Son, en cierto modo, más parecidos al pan. Por otra parte, los americanos llaman cookies a las galletas. Últimamente, por aquello de la globalización, en Inglaterra se usan ambas palabras para referirse a las galletas pero yo creo que, a veces, diferencian entre biscuits y cookies en Inglaterra como nosotros hacemos entre pastas y galletas. Quizá sea impresión mía. En cualquier caso, hecha esta disquisición, aquí tenéis esta sencilla receta de pastas de limón, similares al shortbread escocés y de sabor delicioso. Y me acabo de dar cuenta de que hasta ahora no había compartido ninguna receta de galletas con vosotros. ¿En qué habré estado yo pensando?
Ingredientes
250 grms de mantequilla a temperatura ambiente
65 grms de azúcar glas
la ralladura de 1 limón
75 grms de maizena
225 grms de harina
Es importante que la mantequilla esté blandita. Si se os ha olvidado sacarla de la nevera podéis meterla en el microondas, a temperatura de descongelar, durante un par de minutos, abriendo el horno cada 30 segundos hasta que empiece a derretirse. La ponemos en un bol junto con el azúcar glas y la ralladura de limón. Ya sabéis que podéis hacer azúcar glas facilmente moliendo azúcar normal en el molinillo de café.
La batimos con la batidora al máximo durante 5 minutos. Se pondrá de un color más pálido y muy esponjosa.
Precalentamos el horno a 190 grados. Añadimos entonces la maizena y la harina y volvemos a batir, a velocidad baja, hasta que esté todo bien mezclado. 
 Con las manos espolvoreadas de harina vamos haciendo bolas del tamaño de las de golf. Las colocamos en una fuente de horno forrada de aluminio, dejando unos cinco cms entre ellas para que no se peguen al cocerse.
 Con un tenedor de postre las aplastamos suavemente a lo largo y a lo ancho para hacerles un dibujo.
Éste es el aspecto que les queda.
Las metemos en el horno durante 20 minutos o hasta que los bordes empiecen a dorarse.
Como veis, no deben quedar demasiado doradas.
Las dejamos enfriar y las guardamos en una caja de hojalata. Son estupendas para los desayunos.
Bon appétit!

sábado, 26 de enero de 2013

Ensaladilla de gambas, bonito y tronquitos/ Prawn, tuna and surimi salad

Mi prima Marién subió a FB hace unos días la foto de una tarta salada de un aspecto maravilloso. Estoy pendiente de que me pase la receta. Entre su foto y lo que me había contado mi amiga Maricruz de una ensaladilla que había hecho su marido estas fiestas aquí tenéis la receta de hoy: una ensaladilla de gambas, atún y tronquitos de mar con mayonesa casera. Es de elaboración sencilla y muy aparente para reuniones familiares o con amigos.
Ingredientes (8 personas como entrada)
3 patatas medianas cocidas con piel y frías
300 grms de gambas congeladas
12 tronquitos de mar
3 huevos duros
3 latitas de 80 grms de atún en aceite
Mayonesa: 1 huevo, sal, vinagre, 1/2 ajo, 250 cc de aceite
El día anterior ponemos a descongelar en un colador sobre un bol las gambas y los tronquitos.
Habitualmente uso mayonesa de bote, por la comodidad y por miedo a la salmonella. Mi sobrina es una artista en la elaboración casera y recordando una que preparó estas fiestas me animé a hacerla. Ni qué decir tiene que también podéis utilizar la típica de Heinz o similar. Teniendo una Turmix es muy fácil de preparar. Se echan en el vaso el huevo, un pellizco de sal, un chorrito de vinagre y medio ajo.  Se pone en marcha el aparato y se va añadiendo el aceite en hilito hasta que ya no admite más. Y ya está. Se guarda en la nevera hasta el momento de utilizarla.
Echamos un poquitín de aceite en una sartén y salteamos las gambas a fuego fuerte durante un minuto. Las dejamos enfriar totalmente en la misma sartén.
Ponemos en un bol las patatas cocidas cortadas en cuadraditos. Añadimos los tronquitos cortados en trocitos (guardando la parte exterior de uno para adornar), las gambas (reservando algunas para adornar), los huevos duros picados (menos unas rodajitas que usaremos para adornar) y el bonito escurrido.
Lo mezclamos bien con una cuchara. Añadimos 4 cucharadas de mayonesa y volvemos a mezclarlo. Rectificamos de sal.
Usando el aro de un molde desmoldable, volcamos la ensaladilla en un plato, distribuyéndola uniformemente y apretándola un poquito.
Cubrimos la superficie con parte de la mayonesa que teníamos reservada.
Pasamos un cuchillo de postre con cuidado por los bordes y la desmoldamos. Recubrimos con otro poquito de mayonesa los laterales. La adornamos con las rodajas de huevo, las gambas y tiritas del surimí que habíamos reservado. Y a la nevera con ella durante por lo menos una hora.
Bon appétit!

miércoles, 23 de enero de 2013

Sopa de albóndigas al parmesano / Parmesan meatball soup

Ayer tuvimos la primera nevada del año. Mini-nevada, más bien, pero fue un día desagradable con lluvia, viento, aguanieve y, finalmente nieve. Es la época, qué le vamos a hacer. Para reconfortarnos y enfrentarnos al frío aquí tenéis esta sopa de albóndigas. Es un plato único fenomenal, sano y rico, rico. Yo la hice con carne picada mezcla de pollo y pavo pero, por supuesto, también admite picada de cerdo o de ternera.
 Ingredientes (8 personas)
400 grados de pavo y pollo picados
2 ajos
sal
1 cucharadita de pimienta negra molida
1 cucharadita de orégano
unas ramitas de perejil
1 huevo
el zumo de 1/2 limón
75 grms de parmesano rallado
2 cucharadas soperas de concentrado de tomate
1 litro y medio de agua
1 ramita de apio
2 puerros
1 zanahoria grande
1 patata pequeña
2 hojas de laurel
aceite de oliva
Ponemos en el mortero los ajos, un pellizco de sal, la pimienta negra, el orégano y el perejil cortado en trocitos.
Lo majamos bien y lo añadimos a un bol donde habremos batido el huevo. Echamos también el queso rallado y el zumo de limón y lo mezclamos todo bien.
Incorporamos ahora la carne y, con las manos bien limpitas, lo mezclamos todo.
 Lo dejamos reposar mientras preparamos las verduras. Pelamos y lavamos la zanahoria. Lavamos los puerros y les quitamos la parte verde. Quitamos las hojas de la rama de apio.
Rallamos la zanahoria en la picadora o con el rallador. Si no tenéis, podéis cortarla en cuadraditos pequeños.
Cortáis los puerros a lo largo por la mitad. Después volvéis a cortar cada mitad en dos, y si son grandes, cortáis cada cuarto en otros dos, siempre a lo largo. Luego vais cortando los cuartos u octavos en trocitos para que quede bien picado. Hacéis los mismo con el apio. Peláis la patata y la cortáis en cuadraditos. La carne habrá reposado ya lo suficiente. Hacéis con ella bolitas de unos dos cms de diámetro. Cubrís el fondo de una cazuela grande con aceite y las vais friendo por tandas. Las vais dejando en un plato sobre papel de cocina para que se absorba el aceite sobrante.
Vamos a usar ahora el concentrado de tomate. Se encuentra fácilmente en grandes superficies y es estupendo para sopas o para mejorar la salsa de tomate. Yo lo compré en Mercadona.
Retiráis prácticamente todo el aceite de la cazuela. Añadís el agua y dos cucharadas de concentrado de tomate.
Lo lleváis a ebullición y dejáis que hierva, a fuego lento, durante 20 minutos. Añadís entonces las verduras y las dos hojas de laurel y volvéis a dejar que hierva, al chup-chup, durante 15 minutos.
Incorporáis ahora las albóndigas y volvéis a dejar que hierva, a fuego lento, durante otros 10 minutos. Las albóndigas se hincharán.
Y ya está.
Bon appétit!

lunes, 21 de enero de 2013

Solomillo de cerdo relleno de jamón y queso/ Cheese and ham stuffed pork sirloin

Volviendo a las recetas para días de fiesta aquí tenéis ésta de mi amiga Araceli: deliciosa y resultona. Es muy fácil de elaborar e ideal para ocasiones en que tengáis otras cosas que preparar. La salsa lleva una reducción de vino de Málaga, Pedro Ximénez o similar pero también estaría estupenda con oporto o jerez, u otro vino dulce.
Ingredientes (8 personas)
1 kg de solomillo de cerdo
sal
pimienta negra
aceite de oliva
150 de jamón en lonchas finitas
150 de queso de cabra en lonchas finitas
1 vasito de Pedro Ximénez o Málaga Virgen u Oporto o Jerez dulce o similar
Precalentamos el horno a 190 grados. Salpimentamos el solomillo y lo ponemos en una fuente de horno. Lo regamos con un poquito de aceite.
  Y al horno con él durante 40 minutos.
Lo sacamos y lo cortamos en rodajas con cuidado de no llegar hasta abajo. Ponemos el jamón y el queso entre las rodajas. Si queda algo de jamón lo colocamos por encima. 
 Y al horno otra vez durante 10 minutos para que acabe de hacerse. Lo sacamos del horno y lo colocamos en una fuente bonita. Echamos en la fuente de horno el vino y la ponemos al fuego. Dejamos hervir la salsa durante un par de minutos para que se evapore el alcohol. Servimos, colada, en salsera aparte.
 Bon appétit!

sábado, 19 de enero de 2013

Magdalenas de la marquesa de Parabere / Marchioness of Parabere's muffins

La marquesa de Parabere, María Mestayer de Echagüe (1877-1949), es la autora de dos de los libros de cocina más populares de principios del siglo XX, Confitería y Repostería (1930) y La Cocina Completa (1933). Ambos se han seguido re-editando y todavía pueden comprarse a día de hoy. El primero de ellos, completísimo, contiene recetas tradicionales e innovadoras de los postres y dulces de toda la vida. Claro está, es fiel reflejo de un mundo en que el colesterol y los triglicéridos eran grandes desconocidos y donde no existía este culto actual a las siluetas talla 36. Por otra parte, las cocinas de entonces no permitían calcular las temperaturas ni los tiempos de horno con la precisión actual por lo que se hace necesario "interpretar" las indicaciones a ese respecto. Con estas salvedades, resulta una obra magnífica e interesantísima. Ah, y las recetas salen y saben maravillosamente.
 La receta de hoy es una adaptación de una de las cinco que da de las magdalenas de toda la vida. Son una verdadera delicia.
Ingredientes (24 magdalenas)
250 grms de azúcar glas
250 grms de mantequilla
250 grms de harina
6 huevos
2 cucharadas de agua de azahar, o ralladura de naranja o de limón
Como ya os he contado otras veces, el azúcar glas se puede "fabricar" fácilmente en casa utilizando el molinillo de café. Se trata simplemente de moler el azúcar normal.
Ponemos la mantequilla en un bol y la metemos unos minutos en el microondas, en la posición descongelar. Se trata de que se empiece a derretir y quede muy blandita.
La dejamos enfriar antes de usarla. Mientras tanto separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas con el azúcar durante cinco minutos. Se espesará y tendrá un aspecto brillante.
Añadimos las claras y volvemos a batir durante otros cinco minutos. Obtendremos una mezcla muy esponjosa.
Es el momento de añadir el aromatizante que hayamos elegido, 2 cucharadas de agua de azahar o ralladura de un limón o de una naranja, o una cucharadita de azúcar avainillado. Echamos también la harina y la mantequilla. Volvemos a batir a velocidad muy lenta sólo hasta que se haya mezclado todo bien. Resultará una masa espesa.
Precalentamos el horno a 190 grados. Ponemos en una bandeja de horno los moldes. Yo usé de silicona reutilizables pero también podéis utilizar los tradicionales de papel. Los metí en una bandejas que tengo para que las magdalenas queden con una buena forma pero no son indispensables. Rellenamos los moldes con ayuda de una cuchara metálica con cuidado de dejar un borde como de un cm para que la masa no se derrame al cocerse. No importa que tengan un aspecto "feo", en cuanto las metáis al horno la masa se distribuirá uniformemente.
Y al horno con ellas durante entre 15 y 17 minutos. Cuando están doraditas por encima y un palillo insertado en el centro sale limpio, ya están listas. Yo las hice en dos tandas.
Las dejamos enfriar en la encimera y las guardamos en una bolsa de plástico o una caja metálica hermética. Pueden durar varios días (aunque ya os advierto que tienen tendencia a desaparecer inmediatamente, son irresistibles)
Bon appétit!

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